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Así es nuestra Historia

  • Foto del escritor: Diana Toloza Rueda
    Diana Toloza Rueda
  • 10 abr 2020
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 13 abr 2020


Fecha de fundación: 25 de febrero de 1550

Nombre del fundador: Juan Rodríguez Suarez

Lleva su nombre en memoria del Cacique Tona cuyos Nativos fueron destinados a las labores en las minas de Vetas y Surata quienes dieron origen a sus poblamientos Urbanos, En el siglo XVIII sólo existían tres casas de paja que hacían parte de la parroquia de Silos cuyos los Nativos fueron asignados por intermedio de la institución creada por los españoles en el periodo colonial y conocida como La Encomienda, algunos campesinos permanecían en las estancias cercanas, dedicados a la producción de víveres para los asentamientos mineros o para los transeúntes del camino real que de Bucaramanga conducía a Pamplona y Cúcuta.

En el año de 1786 los Toneros se mostraron interesados en reedificar la vieja capilla, al hecho anterior se sumó la extinción de la parroquia del pueblo de Vetas, quienes se mostraron más partidarios de asistir a misa a Tona que al pueblo de Silos, en 1.787 los vecinos solicitaron el traslado de la capilla a un mejor sitio en donde se pudiera trazar un plano urbano alrededor de una plaza, está iniciativa no fructificó pero en 1799 formalmente los Toneros solicitan la creación de la parroquia, en 1806 se realizó una visita de inspección con el fin de determinar la capacidad de cumplimiento de la “congrua del cura”, dicho proceso fue suspendido en 1810 debido a las gestas de la independencia y se reanudó en 1.815 cuando el presbítero José María Villamizar presentó una propuesta de delimitación del nuevo territorio parroquial: para esa fecha se había construido la capilla, techada en teja, en un solar que los mismos, Toneros habían comprado, lo mismo que la casa cural y la cárcel, y se había dejado un espacio de “86 varas en cuadro” destinado a la plaza. Este quedaría separado de Matanza por el alto de Las Cruces, y de esta cuchilla abajo hasta el morro de Mastique y la quebrada Honda. Del curato de Girón quedaría deslindando por el monte de El Murciélago, del de Piedecuesta por el sitio de las Vegas, de Guaca por el Alto de Asoque hasta la Calavera que lo separa de Silos. Para ese entonces ya estaba edificada la capilla de teja, la casa cural y la cárcel, ya existían 48 casas.

Nuevamente en 1822, más exactamente, el 28 de febrero, con la firma de otra escritura donde se obligan a pagar “la congrua del cura y los estipendios”, los señores: Pedro Manuel Suárez, Domingo Delgado, Ignacio Pérez, Manuel García, Pedro Gómez y Francisco Layton, reabren en Pamplona el proceso. El 14 de septiembre de 1822, el Vicepresidente de la República, Francisco de Paula Santander, firmó el decreto que creaba la parroquia de Tona, desagregándola de la parroquia de Silos. Pero la abierta oposición de los curas de Silos y de Matanza, y la negativa de la Curia a hacer la demarcación de la parroquia basándose en que dicha función era del Gobierno de la época, frustraron una vez más los deseos de los Toneros de tener su propia parroquia, aunque para ese entonces ya contaba con 207 casas y 882 almas.

Pero según el viejo refrán “La Constancia vence lo que la dicha no alcanza”, los Toneros en 1832 vuelven a insistir, y esta vez, tras un penoso viaje, llegan a Santa Fe de Bogotá, y piden revisar el largo expediente, iniciado hace 36 años, su petición tiene eco en la fría Jerarquía Eclesial de la capital, y con la certificación de las buenas calidades urbanas de Tona dadas por el Alcalde Cantonal de Bucaramanga y el párroco de Floridablanca, el arzobispo Herrera legitimó la erección gubernamental de la parroquia de Tona, condición que ha mantenido hasta la presente. La creación como municipio se dio mediante el Decreto 1807 expedido por el General Reyes, entonces Presidente de la República.





 
 
 

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